Si tuviera que definir con un adjetivo a David Cronenberg, tal vez el más adecuado sería “calenturiento”. Repasando la filmografía de este realizador canadiense curtido en sus inicios en el cine fantástico, pocos podrían acusarle de ser un remilgado, y tal vez sea Crash su película menos remilgada, que ya es decir.

Basada en una novela de J. G. Ballard, autor de El Imperio del Sol, Crash es un filme que hoy por hoy permanece relativamente cubierto por un manto de discreto anonimato dentro de la trayectoria de Cronenberg, en parte por culpa de esa insulsez de título homónimo que alcanzó notoriedad gracias a los Oscar – Saldos de 2006. Pero no cabe duda de que parte de culpa la tiene también lo atrevidísimo y poco convencional de la película, al menos para los estándares habituales. Si cuando Ballard presentó la novela a los editores alguno de ellos le espetó que necesitaba urgentemente ayuda psiquiátrica, cabe preguntarse lo que dirá más de uno al ver la cinta por vez primera, porque Crash puede resultar muy difícil de digerir por el espectador de cine medio; ese que acude a una sala preferentemente “para divertirse” en compañía de su pareja o los amigos. Sin duda se trata de un filme complicado de clasificar, pues no se trata exactamente de un drama ni de un thriller de acción, por ejemplo, y desde luego tampoco es una comedia. Estamos ante una película que no deja indiferente a nadie: o la amas o la odias, aunque personalmente opto por juzgarla desde un prudente término medio. Porque no está mal hecha y se deja ver, tal vez con la excepción de un último tercio en el que a Cronenberg se le pira la pinza cosa mala (que ya es decir viniendo de él), y siempre teniendo en cuenta que por sus características y su ambiente turbador y opresivo, que “atosiga” al espectador desde el inicio, puede llegar a incomodar a más de uno.

Lo más llamativo es ver a rostros más o menos conocidos del Hollywood comercial de los 90 metidos en esta historia, que gira en torno a un grupo de personas que se ponen cachondas viendo (y sufriendo) accidentes de tráfico; una historia de gente muy extrema envuelta en situaciones aún más extremas, con escenas de sexo en el límite de lo explícito nada comunes incluso en películas de esta índole. Lo dicho: casi un filme de culto, si no lo es ya.

Resultado: Un sock. No sabría qué más decir, la verdad.

Ficha en la IMDB.

(Este artículo fue publicado inicialmente por Leo Rojo en COMPUTER-AGE.NET el viernes 15 de mayo de 2009 y se reedita con el permiso de su webmaster).

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