Como This is Spinal Tap pero en el mundo real. Así podría definirse este documental sobre la banda canadiense Anvil, admirada por colosos de la talla de Lars Ulrich o Lemmy Kilmister, y que a principios de los ochenta parecía destinada a ocupar un lugar en el Olimpo del rock metal pero acabó rápidamente olvidada por el público y la industria. Sacha Gervasi consigue con The Story of Anvil un relato de pura tragicomedia sobre unos amigos que juraron unirse para hacer rock y no separarse jamás, pese a no lograr triunfar como esperaban. Porque el rock es un veneno que se lleva en la sangre y por el que vale la pena luchar a costa de lo que sea, aun exponiéndose a situaciones humillantes con tal de reunir dinero para grabar un disco o embarcarse en una gira de conciertos absolutamente desastrosa, pero sin perder por ello la dignidad (al menos no toda). Divertida y melancólica a partes iguales, y brillante sin ninguna duda.